Edmund Pellegrino (Newark, 22 de junio de 1920 - 13 de junio de 2013) fue un médico y profesor universitario estadounidense, especialista en bioética.
El Dr. Pellegrino fue profesor emérito de Medicina y Ética Médica y Profesor Adjunto de Filosofía en la Universidad de Georgetown. También fue director del Consejo de Bioética del presidente de los Estados Unidos y miembro del American College of Physicians, de la American Association for the Advancement of Science, del Instituto de Medicina de la National Academy of Sciences, de la Pontificia Academia para la Vida; tenía más de cuarenta doctorados
honoris causa, y recibió el Premio Benjamin Rush de la American Medical Association, y el Premio Abraham Flexner de la Association of American Medical Colleges.
En 2004, Pellegrino fue nombrado para el Comité Internacional de
Bioética de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), que es el único órgano consultivo en el seno del sistema de las Naciones Unidas que participa en la reflexión sobre las implicaciones éticas de los avances en las ciencias de la vida.
A lo largo de su carrera, el Dr. Pellegrino siguió viendo pacientes
en su consulta clínica, enseñando a los estudiantes de medicina,
internos y residentes, y haciendo investigación. Desde su jubilación en
2000, el Dr. Pellegrino se mantuvo en Georgetown, continuó escribiendo,
enseñando medicina y bioética, y participando en los servicios clínicos
regulares.
Recientemente ha llegado a mis manos un excelente resumen de su teoria sobre la evolución de la bioética en estos años que adjunto a continuación para invitar a la reflexión:
"Etapas de la
metamorfosis de la ética médica según el
autor.
La visión de Pellegrino de estas cuatro etapas es
la de un médico como refiere él mismo y no la de un
filósofo, pero la de un médico abierto a la
reflexión crítica
sobre asuntos médicos, un médico fuertemente
atraído por los modelos
tradicionales y clásicos de la ética
normativa.
El autor refiere cuatro etapas fundamentales:
- Una primera que caracteriza como largo y tranquilo
período en que la tradición hipocrática,
enriquecida a lo largo de los siglos por el estoicismo,
tradiciones religiosas, entendido como algo dado y que
prevaleció hasta casi 1960 (cuando el autor comienza a
enseñar esta disciplina)
- Una segunda etapa a mediados de los años 60,
etapa de investigaciones
filosóficas, de teorías morales basadas en
principios que comienzan a transformar la ética
médica.
- Una tercera etapa que según el autor
está llegando a su final en la actualidad y que el
denomina ¨antiprincipalismo¨, es decir teorías
morales que compiten unas con otras desafiando la
primacía de los principios.
- Una cuarta etapa que según Pellegrino comienza
ahora, etapa de crisis en
que los conflictos conceptuales y el escepticismo en
filosofía moral ponen en jaque la idea misma de una
ética universal y normativa en la medicina.
El término metamorfosis es utilizado en este
artículo como metáfora, como dispositivo
heurístico y no se le debe equiparar al modelo
biológico que implica el progreso de una etapa de larva a
la madurez. Uno de los puntos en disputa es precisamente en
qué consiste la madurez en ética
médica.
Pellegrino plantea que la medicina sufre cambios,
fragmentación, institucionalización y sobre todo
despersonalización del cuidado de la salud y por ello
crece el número y complejidad de los problemas en
ética médica, según va creciendo la tecnología
médica, nos enfrentamos a nuevos desafíos para
los valores
tradicionales.
Según el autor apareció la duda acerca de
los fundamentos morales tradicionales de la sociedad en
general, y la medicina en particular, pero además crece la
demanda de
modelos alternativos para la enseñanza y práctica de la
ética medica. Vuelve a reiterar el autor la importancia de
la evolución filosófica en lo que
respecta a valores
humanos y confiere gran importancia a la evolución
filosófica desde Rossnla con su teoría de
principios de prima facie, seguido de Beauchamp y Childress con
los principios de ética biomédica y explica la
correspondencia entre estas teorías con las obligaciones
hipocráticas, para hacerlo más explícito el
autor ejemplifica que hay dos principios de prima facie que son
la beneficencia y la no maleficencia idénticos a las
obligaciones hipocráticas de hacer el bien y con respecto
a la autonomía y la justicia el
autor refiere que la primera se ha entendido mal y se ha
confundido con la no beneficencia y que esta contradecía
la ética tradicional de Hipócrates centrada en el
paternalismo. Lo más actual respecto a la autonomía
se relaciona con el consentimiento informado y muchos
profesionales que se dedican a la práctica clínica
no están convencidos de la legitimidad de la
autonomía como principio primario, temen que su
absolutización llegue a desplazar el buen juicio del
médico o estimule el despejo moral del médico o que
este se vuelva en contra del bien del paciente.
Respecto al principio de justicia, el más remoto
a Hipócrates, que se centra en el bien del paciente y no
en bien de la sociedad, la justicia entra a jugar su papel sobre
todo en relación a los deberes forenses del médico
y en la actualidad este principio cobra más fuerza cuando
son más grandes las disparidades en la distribución del cuidado de la salud.
Pellegrino plantea que cada vez aumenta la posibilidad de que el
médico se transforme en agente de metas fiscales o
sociales, más que en agente cuya responsabilidad es cada
paciente
El Doctor Pellegrino atribuye a la responsabilidad
médica un papel primordial y siente la necesidad de buscar
alternativas para la ética médica basada en
principios, y vuelve a alertar que la metamorfosis en
ética médica ha sido rápida y profunda, pero
no ha llegado al fin.
Reconoce que es algo problemático la influencia
de estas teorías en el futuro de la ética
médica; pero plantea:
"Claro está que en la próxima
década los médicos que han adecuado sus
pensamientos a los cuatro principios, tendrán que
discernir el lugar que corresponde a cada alternativa
propuesta…"
Tendrán que decidir si el principalismo puede y
debe sobrevivir, en que forma y en que medidas las opciones de
alternativas deben suplementarlo o reemplazarlo.
Para el autor es fundamental analizar el periodo de
antiprincipalismo y las críticas que hacen al respecto
diferentes estudiosos y llega a la conclusión que los
principios sobrevivirán pero no en la forma actual, no se
mantendrán incólume, pero a pesar de sus
limitaciones no desaparecerán y para fundamentar esto
Pellegrino plantea:
- En cualquier sistema
ético hay implícitamente "Principio" es decir,
fuentes fundamentales de los cuales derivamos las pautas para
la acción: deberes y reglas, y pone el ejemplo de la
ética hipocrática basada en la virtud, su
juramento proveía de pautas que consistían en
reglas y principios específicos.
-
Cualquier teoría que se presente como
alternativa al principalismo tendrá a su vez severas
limitaciones.
El doctor Pellegrino plantea además que los
principios no son incompatibles con otras teorías lo
que hay que ir de principios universales a las decisiones
morales singulares y luego volver a ellos lo cual se
demuestra a través de las teorías que compiten
con el principalismo, esas teorías son:
- Teoría de la Virtud: Por sí sola no
provee de pautas suficientemente claras para la
acción, es demasiado privada y susceptible de
funciones
personales de la virtud o de la persona virtuosa. La virtud
de la comunidad
de valores
que sustentan su práctica. Respecto a la virtud el
doctor señala que es una teoría
implícita y dominante de la Ética Medica
tradicional hasta comienzo de los años
30
- Teoría del cuidado solícito: La
ética del cuidado solícito, esta sujeta
también a la fundamentación en principios o
una regla para construir una pauta confiable al momento de
tomar decisiones específicas.
- Teoría de la casuística, el doctor
Pellegrino ubica su aparición desde la época
medieval, se basa en la búsqueda de casos concretos
y singulares que son ejemplos obvios de un principio en los
que exista consenso generalizado o total para
después desplazarse a casos más dudosos. Esta
Teoría trata de evitar enfrentamiento con el
pluralismo moral de la sociedad contemporánea .La
casuística puede funcionar como método para el análisis de
casos particulares, pero no provee una pauta confiable ni
en la teoría ni en la práctica
moral.
Todas estas Teorías, con sus alternativas y
limitaciones, pueden enriquecer cualquier teoría de la
Ética Médica; pero ninguna es independiente de
los principios, reglas y obligaciones.
Es necesario una infraestructura filosófica
comprensiva que sostenga la Ética Médica, capaz
de ligar las grandes tradiciones morales con los principios,
reglas y también con el nuevo énfasis en la
psicología moral, en las condiciones
actuales es cosa difícil por el estado deplorable de
la filosofía y de la ética contemporánea
donde hay grandes dosis de nihilismo
y escepticismo y respecto a esto Pellegrino pone como ejemplo
a Nietsche quien plantea que la idea de una verdad
única es una ilusión…, o la
occidentalización de la Ética Medica que ha
remplazado a la ética hipocrática.
El doctor Pellegrino plantea que la tesis de
los cuatro principios proporciona ventajas si ellos se fundan
en la realidad de la relación médico paciente y
en esto ha contribuido la bioética clínica, no agotada y
que provee la investigación empírica y las
valoraciones que toda teoría ética necesita si
no desea legitimar prácticas que distorsionan la
realidad y la relación médico
paciente.
Para finalizar su trabajo el Dr. precisa que no
está en absoluto clara la continua metamorfosis de la
Ética Médica en los años
próximos, pero médicos y profesionales de la
salud deberán familiarizarse con los giros de la
filosofía moral contemporánea si quieren
influir en la transformación de la Ética de la
profesión. Para ello será necesario dialogar
con los filósofos morales y esto alimentará a
todos y proporcionará análisis y decisiones
morales cada más correctas."
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http://www.monografias.com/trabajos56/etica-edmund-pellegrino/etica-edmund-pellegrino2.shtml#ixzz3L9KRM3BW